Noche de estrellas en el escenario donde más brilla: el estadio Santiago Bernabéu. Real Madrid, último campeón de la Champions, y Chelsea, penúltimo, se ven las caras en un duelo donde los blancos tratarán de aprovecharse del delicado momento que viven los ingleses, mientras que los blue buscarán reivindicarse dejando claro que están mal, pero todavía tienen cosas que decir en la máxima competición continental.
El Real Madrid se enfrenta a lo desconocido en la Champions, aunque ya han vivido una situación parecida en Copa que terminó bien, ya que doblegaron al Barcelona. No obstante, en el vestuario blanco, que se mide al Chelsea jugando la ida en el estadio Santiago Bernabéu y la vuelta en Stamford Bridge, no gusta a un club que sabe que tendrá que hacer las cosas bien en casa para terminar de sellar el billete a semifinales en Londres la próxima semana. «Nos enfrentamos a un escenario desconocido para casi todos. Se acabaron las remontadas en casa», aseguraban desde la caseta madridista horas después de conocer el sorteo.
Además, en el Real Madrid también tienen claro que no habrá ningún tipo de confianza. A pesar de que la situación del Chelsea no es la mejor, los blancos no se fían lo más mínimo de un equipo que tiene jugadores de mucha calidad en su plantilla para hacer daño a los hombres de Carlo Ancelotti.
Precisamente, el italiano tiene que resolver las dos dudas que tiene sobre el once. Una está en el lateral izquierdo, donde se tiene que decantar por Camavinga o Rüdiger. Y la otra en el costado derecho del ataque, donde, en principio, formará Valverde, por lo que Rodrygo apunta al banquillo. El resto del equipo es el esperado, con algún detalle que se resolverá cuando se conozca quién juega en el flanco zurdo de la defensa madridista.
La última bala del Chelsea
El Chelsea, que saltará al Bernabéu este miércoles, se parece poco al que logró remontar, solo momentáneamente, al Real Madrid el año pasado, con un 0-3 en 75 minutos, aunque entonces por esas fechas tampoco se había mostrado tan fiable como el año de su segunda corona europea y con los problemas tras la marcha de Roman Abramovich.
Ahora sin Thomas Tuchel, pero con el regreso de Lampard tras el descalabro de Graham Potter, los blues ven esta eliminatoria como un oasis y un anhelado punto de inflexión en su desastrosa campaña. Y es que el Chelsea, que dejó fuera sin grandes problemas en octavos al Dortmund, sigue sin levantar cabeza en la Premier, enlazando cuatro partidos sin ganar, lo que le deja muy lejos de los puestos de acceso a la Champions.
El doble campeón acusa su falta de gol, ya que, en Premier, sólo ha celebrado 29 goles en 30 partidos, su peor registro desde el curso 1923-1924. Además, su rendimiento lejos de Stamford Bridge es muy pobre, con solo una victoria en sus últimos 13 partidos como visitante.
Sin embargo, su plantilla plagada de estrellas como Enzo Fernández, Joao Félix, Sterling, Havertz o Mudryk y la recuperación de Kanté, que en la última visita devoró al mediocampo, y Mount es el argumento principal al que se agarran para soñar con las semifinales.